Yo me zampo una tableta de chocolate blanco de una sentada, o me pimplo una bolsa de nachos en sentada y media, pero no me quedo feliz ni tan pancha, me quedo con un remordimiento de conciencia que pa’qué y quiero creer que ese remordimiento es bueno, debe ser una señal de que estoy en el buen camino (Ooohmmm), no a todo el mundo le salta la alarma del remordimiento ¿a qué no?, venga vaaa!, que sí, que darse cuenta es el primer paso.

¿Es esto un desayuno saludable?
El movimiento se demuestra andando, y yo lo voy a intentar y voy a flaquear y lo volveré a intentar y volveré a caer y así una y otra vez. No busco bajar kilos, no busco una talla menos, no busco tener el culito prieto (ojalá culITO y prieto), nunca haré una operación bikini. Quiero alimentarme bien, nutrirme bien, evitar algunos alimentos que no van a ningún sitio, que no aportan nada a mi dieta y esto irá por fases, sin estrés, a mi ritmo porque esto empieza hoy y espero que sea un hábito forever and ever, ilusión tengo…. ojalá lo consiga y si lo anterior viene sobrevenido (lo del culito prieto, digo), pues ¡mejor que mejor!.

No soy nutricionista, ni médico, ni experta en la materia, eso sí tengo cabeza y un sentido de la lógica acentuado. Este es un plan a mi medida y sólo para mí y mi forma de ser, es parte de mi reto, no hagas caso de lo que voy a escribir porque no son consejos de una experta, estas pautas sólo me las voy a aplicar yo a mi misma mismamentesss. Asi que ojito, que yo no digo lo que debes o no debes comer. ¿Qué voy a eliminar de mi dieta?, pues algunos alimentos que no aportan nada, muchos de ellos de pura lógica.

Y como me diría Yoda «mucho que aprender todavía tienes». Me encantaría que todos los que sabéis de nutrición aportéis vuestro granito de arena y que se cree un debate espontáneo donde todos aprendamos de los expertos.