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Soy la heroína de mi película

Voy a tener un papel en mi película, y no me voy a conformar con un papel secundario, quiero ser la protagonista de la película, ¡qué digo protagonista!, seré la heroína de mi historia.

Los héroes de las películas tienen muy claro lo que quieren y cuál es el sentido o la motivación que los hace ponerse en marcha. No todos los héroes tienen que tener musculitos, estar cuadrados y llevar ropas de licra bien pegaditas al cuerpo para marcar la tableta de abdominales. Mis héroes de película son más al estilo de Forrest Gump, Nelson Mandela, Irene Villa o María Pita (barriendo para dentro) 😀

Todos los héroes tienen algo en común y ese algo es una pasión o «eso que les hace soñar y que les pellizca dentro» y esa motivación hace que entren en acción sin importar los obstáculos, o mejor dicho sobreponiéndose a los obstáculos, al ensayo/error, a lo inesperado, saben que hay que pagar un precio y están dispuestos a luchar para obtener la victoria. Los héroes o las personas valientes no son los que no tienen miedo, si no los que a pesar del miedo se enfrentan a él y lo dominan.

Yo hoy he escrito en un papel eso que me pellizca, mis metas, eso que me hace soñar, el argumento principal de mi película, es el foco hacia dónde me dirijo. Yo soy la guionista, la directora, la protagonista y la heroína de mi historia, de la historia de mi vida y cómo quiero que sea el argumento de ahora en adelante depende sólo de mi.

Mi rehabilitación es la meta, es el foco hacia dónde me dirijo, por el que estoy dispuesta a sufrir igual que lo hacen todos los héroes, y aunque soy realista porque las secuelas neurológicas están ahí, no puedo flaquear en todo lo que implique acción por mi parte; primero mejorar mi condición física y segundo una buena alimentación que es también fundamental.  Son cuatro días de entrenamiento a la semana, muchos días sin ganas ni fuerzas y los días libres debo ir a caminar al menos 1 hora. Mi mayor lucha es con mis pensamientos, me cuesta más esfuerzo el luchar contra mis pensamientos negativos que los propios ejercicios de fuerza o cardiovasculares, tiendo a ser autoprotectora y cuando el agotamiento se presenta, mi mente empieza a lanzar argumentos convincentes para bajar de la elíptica y no cumplir con el tiempo marcado, o para hacer una serie menos porque es viernes y ya he currado mucho toooda la semana o para comer un bollo lleno de azúcar porque «un poco de azúcar de vez en cuando no viene mal» :C

Y lo dejo por escrito, porque dejar por escrito las metas y los sueños da mayor compromiso y mayor carga intencional. Es el guión de referencia al que puedo volver cuando me desvie del argumento. Además que me ayuda a focalizar hacia dónde voy, y no es fácil porque no se trata de echarle voluntad (ni que la voluntad viniese sólo con llamarla) y ya está, en las películas de héroes no todo depende de ellos, para conseguir la victoria hay que echarle ganas y estar dispuesto a sufrir para conseguirlo.

Sé que en todo este «rodaje» de la película, me tengo que centrar en la recompensa, en el resultado y no en el proceso. El proceso es difícil porque nada es gratuito y todo requiere esfuerzo, sufrimiento mental y físico, decepción, lucha, pero todos estos obstáculos los tengo que focalizar como necesarios para el desarrollo de mi película que confío tenga un final feliz, asi que señores  …  «silencio en la sala que estamos rodando y ACCION».

Esta entrada del blog es para mi pura terapia, y vosotros como espectadores me dais la fuerza para que la heroína de la película consiga la victoria 😀

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